Propuesta de Acuerdo Social (PAS) propone el derecho a la cultura como derecho humano con rango constitucional
5 de noviembre de 2021
La concepción de un Estado plurinacional y pluricultural, la definición de cultura como un bien público y común, el derecho a la identidad cultural y el derecho a la cultura como un derecho humano son algunos de los principios centrales que contiene el documento elaborado por la Propuesta de Acuerdo Social (PAS), iniciativa liderada por la Universidad de Chile. La propuesta busca ser un aporte al debate de estos temas al interior de la Convención Constitucional.
La cultura, las artes y el patrimonio, como también las ciencias y la tecnología, serán temas abordados en una comisión específica ya instaurada al interior de la Convención Constitucional. Dicha instancia revisará una serie de temáticas y principios que hoy no están presentes en el texto constitucional. De este modo, según el índice temático de la comisión, emerge una nueva categoría de derechos que, si bien no están considerados dentro de los derechos fundamentales, sí se consagrarán dentro del texto constitucional como nuevas garantías.
En este marco, asoman temas como: generar institucionalidad, gasto fiscal y políticas públicas en cultura, artes, humanidades, ciencia y tecnología; el rol del Estado en todas estas materias; el derecho a la protección contra los usos indebidos de la ciencia y tecnología; el derecho al resguardo de la propiedad intelectual, industrial y saberes ancestrales, entre otros.
Este nuevo espacio y consideración que tendrá la cultura en la nueva Carta Magna tuvo un capítulo especial en la Propuesta de Acuerdo Social (PAS), iniciativa liderada por la Universidad de Chile, en un documento presentado para contribuir y aportar al debate de los contenidos constitucionales.
La publicación parte de un diagnóstico sobre el estado actual de la cultura en Chile para luego abordar una serie de ejes y principios que debiesen ser considerados para el texto constitucional. “En el contexto de los debates constituyentes posteriores al 18 de octubre, las comunidades exigieron una actualización de lo que se entiende por cultura desde diversos saberes y conocimientos especializados. De acuerdo con esta demanda, lo cultural se extiende más allá del quehacer artístico —la creación de personas dedicadas a la actividad profesionalmente—, y atañe a una realidad más amplia que implica comunidades, territorios e identidades. En este sentido, la sociedad ha abierto un debate en favor de una visión integrada y holística de lo cultural, que destaque su valor central para la democracia, la participación y la vida común”, expresa el texto.
En esa línea, el documento PAS propone establecer los siguientes principios centrales para la cultura, las artes y el patrimonio:
• La cultura como bien público
• La cultura como un bien común
• El derecho a la identidad cultural
• Afirmar el derecho a la cultura como un Derecho Humano (con rango constitucional), y los derechos culturales como derechos sociales.
• La concepción de un Estado plurinacional y pluricultural.
La propuesta de PAS establece la necesidad de dar un giro en la actual mirada y otorgar un rango constitucional claro y concreto sobre la cultura:
“Lo que la Constitución vigente en Chile protege es el derecho de propiedad sobre las creaciones intelectuales y artísticas, en específico, el derecho de propiedad individual de quienes inscriben sus derechos como autores o inventores. Es necesario, por tanto, inscribir el derecho a la cultura de manera lata, extensa y precisa en una nueva Constitución de modo que aquello que identificamos como repertorios comunes, articuladores de nuestros lazos sociales y el medioambiente humano que todo nuevo ser requiere para ser plenamente humano, sea efectivamente el principio fundamental que organiza lo social y permita su reproducción en el tiempo, no su explotación en el tiempo, tal y como asegura hoy la Constitución”, se afirma.
La coordinadora de la Mesa de PAS y directora general de la Fundación Teatro a Mil, Carmen Romero, afirma que para concretar estos cambios es fundamental un cambio de visión respecto del Estado: “El rol del Estado debe ser activo en el desarrollo e implementación de políticas culturales, contrariamente a lo que es hoy, un Estado subsidiario”, comenta.
Romero agrega que más allá de los principios que se puedan establecer en la Constitución es importante avanzar en un mayor presupuesto para que se pueda concretar lo que quede consagrado en el texto constitucional: “Los desafíos son varios, pero el principal es que el Estado de Chile destine en el presupuesto de la nación al menos el 2 por ciento a cultura. Por otro lado, es clave avanzar en la descentralización de la cultura y -por lo tanto- en la descentralización del Ministerio. Lograr definitivamente una televisión pública con misión cultural, integrar a las artes, más allá de la música y las artes plásticas, como parte de la formación integral de educación pública de niños, niñas y jóvenes. Y, por supuesto, es fundamental la participación como eje de una convivencia ciudadana con perspectiva cultural”, dice.
Por último, Carmen Romero se muestra esperanzada en cómo se abordará este tema en la Convención, bajo la mirada de construir un modelo que tome la cultura como un elemento central para el desarrollo de las personas:
“Estamos esperanzados y confiados en que estos constituyentes del nuevo Chile que se está construyendo instalen a la cultura en el desarrollo integral de las personas a escala humana, con perspectivas de tener una sociedad más reflexiva, equitativa. Soñamos con que atraviese toda la escritura de esa nueva Constitución, nuestro gran cambio cultural. Como parte del buen vivir, la cultura tiene que estar en el centro de las oportunidades de desarrollo. Confiamos en que los y las constituyentes se van a ocupar de que eso sea así”, finaliza.
Por Víctor Hugo Moreno