Académicos U. de Chile entregan sus visiones sobre mecanismo para un nuevo proceso constitucional
22 de septiembre de 2022
En medio del debate político en torno a cómo seguirá avanzando el proceso para la creación de una nueva Carta Fundamental, existen ya algunas propuestas sobre la mesa. En UChile Constituyente, consultamos a expertos sus opiniones sobre cuál sería el método más adecuado para el desarrollo de esta nueva etapa.
En el Congreso Nacional están radicadas las conversaciones para determinar cómo se continuará desarrollando un proceso constituyente que derive en la redacción de una nueva Carta Fundamental. Despejado el primer punto, en torno a continuar adelante con la idea de una nueva Constitución, salvo algunas posiciones minoritarias que plantean dar por cerrado el tema constitucional, el foco está centrado -en estos días- en la forma y método que tendrá este nuevo proceso. En esto, aún hay diferencias entre el Oficialismo y la Oposición que se están intentando destrabar mediante una serie de reuniones que permitan llegar a un acuerdo político transversal.
Hasta ahora, existen varias ideas sobre la mesa que se orientan, con mayor consenso, a la generación de una nueva Convención Constitucional (aunque pueda cambiar su nombre), que sea electa democráticamente mediante un sistema electoral aún por definir. Otra alternativa que ha surgido plantea una comisión mixta radicada en el Congreso Nacional, que esté encargada de sacar adelante la tarea. Por último, también ha ido tomando fuerza la opción de una comisión de expertos que sea elegida, convirtiéndose en un ente con voz y voto para la elaboración del nuevo texto. Respecto a esta propuesta, otros sectores sostienen que el rol de los expertos, si bien debiese tener una participación permanente, sea solo como un grupo de consulta externa. Lo cierto -en este caso- es que expertos o académicos, seguramente, serán protagonistas para el nuevo proceso. Falta aún determinar cómo será, en la práctica, su rol.
Las conversaciones políticas continuarán este viernes a las 9 de la mañana en el ex Congreso Nacional, en donde se debatirán las diferentes propuestas. Los plazos apuntan a tener un panorama definitivo a fines de este mes.
Opinión académica
En UChile Constituyente, consultamos la opinión a algunos académicos sobre cuál de todas estas fórmulas que están sobre la mesa es la más adecuada para la redacción de una nueva Carta Fundamental, en el marco del desarrollo de un renovado proceso constituyente. En términos generales, existe consenso en que sea un órgano electo democráticamente, con acompañamiento de expertos que participen más activamente en el proceso.
- Raúl Letelier, académico de Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile:
“Me parece que es muy difícil pensar en un empeoramiento de las condiciones de legitimación deliberativa de una futura Constitución. Por ello, la existencia de una nueva convención es una necesidad si lo que se quiere es entregar a esa convención competencias plenas. El trabajo ya realizado, sin embargo, permitirá acortar los plazos de funcionamiento y decisión».
“Sería interesante que el texto propuesto por dicha Convención sea presentado a una comisión de expertos que pueda presentar –con la exigencia de un alto acuerdo entre ellos– indicaciones de rectificación o de mejor redacción para que sean aprobadas o desechadas por la Convención”.
- Octavio Avendaño, académico del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile:
“A mi juicio, la mejor opción debiese ser una convención electa de manera directa por la ciudadanía, con un número de representantes no superior a 85, y que parta discutiendo proyectos constitucionales ya existentes, como el de Bachelet 2018 y el plebiscitado recientemente. Se podría, también, considerar como insumo el aporte de la Constitución de 1925, en materia de derecho de propiedad y de Estado social.
“La labor de esta convención debería ser complementada por el aporte de una Comisión de Expertos, derivada de los partidos actualmente representados en ambas cámaras del Congreso Nacional. La labor de esta comisión debiese ser consultiva, en una primera fase, pero luego tener un rol más activo en la redacción y armonización del borrador”.
- María Cristina Escudero, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile:
“El mecanismo constituyente debiese ser un órgano distinto al Congreso. Esto principalmente para que no se mezcle la política contingente con la discusión constitucional de largo plazo. La forma democrática de constituirlo es a través de elecciones, cuidando que ésta tenga una representación inclusiva, pero también que no pierda el contacto con la ciudadanía a través de mecanismos de participación. Esto es, porque el proceso debe contar con alta legitimidad que le permita a la nueva propuesta ser aprobada por la ciudadanía en un plebiscito salida”.
“Los expertos no pueden reemplazar la política, ya que pueden carecer de la representatividad necesaria. Sí pueden acompañar preparando el camino para la decisión y haciendo propuestas para destrabar puntos en los que no hay acuerdo Una nueva instancia de proceso constituyente puede partir de los acuerdos que se han ido forjando hasta ahora y también considerar el material de participación que ya existe. No se parte de cero, por lo tanto, puede ser más acotado y con mayores grados de certezas en cuanto al reglamento, contenidos y plazos».
- Claudia Heiss, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile:
“El rol de los expertos debe ser un rol asesor, para que la convención constitucional sea representativa de la diversidad política, debe tener legitimidad electoral. En ese sentido, las opiniones técnicas no pueden ser las que definan el texto constitucional, sino que tienen que apoyar distintas visiones políticas representadas pluralmente, a través de representantes elegidos”.
“La experticia es muy importante, pero debe estar al servicio de visiones políticas representativas. Las visiones técnicas no son políticamente neutras y es importante que no se usen para esconder la imposición de ciertas visiones políticas Lo técnico tiene que ver con poner en la balanza los pros y los contras de una determinada opción. Pero la decisión final, considerando esa evidencia, es esencialmente política”.
- Guillermo Larraín, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile:
«En primer lugar, es muy claro que el nuevo cuerpo constitucional debe ser electo de manera que la ciudadanía tenga responsabilidad en la elección de a quienes los representan. Al respecto, si bien los independientes son una realidad en Chile, necesitamos que el próximo cuerpo constituyente tenga visión histórica del país, una mirada estratégica de su propio rol y conciencia de las tensiones que una Constitución debe manejar. Esto sugiere que personas con agendas únicas son bienvenidas en la medida que participen de listas de agendas globales, es decir, dentro de listas de partidos políticos».
«En segundo lugar, parece existir consenso también respecto de que a los pueblos originarios es necesario darles un tratamiento especial, en razón de la deuda histórica que existe para con ellos. Ello, sin embargo, no debe ser excusa para debilitar el principio de representación democrática de que una persona tiene un voto. Por esta razón es que la participación de los pueblos originarios, aun cuando esté reservada, debe ser proporcional a la participación de dichos pueblos en el padrón electoral respectivo».
«Finalmente, para poder avanzar con celeridad en el logro de tener una nueva Constitución, es necesario que el cuerpo electo sea, ojalá, de un tamaño menor para que pueda profundizarse el diálogo entre constituyentes, que tenga un apoyo permanente de una Secretaría Técnica constituida por expertos de alto nivel que puedan ir identificando rápidamente tensiones e incongruencias para que estas pueden ser zanjadas en el debate interno. También, sería necesario tomar en consideración el esfuerzo que acaba de ser hecho para el proyecto rechazado, así como otros esfuerzos previos, como el que lideró la ex Presidenta Bachelet. Los expertos podrían aportar mucho en términos de relevar los aprendizajes de estas dos experiencias».
Por Víctor Hugo Moreno